La Casa Lobo: Una Joya del Terror Chileno Reconocida por The New York Times

El cine chileno ha alcanzado un nuevo reconocimiento internacional con La Casa Lobo (2018), la impactante película de animación dirigida por Cristóbal León y Joaquín Cociña. Este filme ha sido incluido en la prestigiosa lista de “Las películas de terror que hemos amado desde los 2000”, publicada por The New York Times. Compartiendo espacio con icónicos títulos del género como Hereditary, Get Out, Train to Busan, Lamb, Nope y American Psycho, la película chilena se consolida como una obra de culto dentro del cine de terror y animación.

Un lugar de honor en el terror moderno

La selección de The New York Times destaca 185 películas esenciales del terror en los últimos 25 años, basándose en críticas y reseñas publicadas en el medio. Dentro de esta curaduría, La Casa Lobo sobresale por su propuesta estética y narrativa inusual, que fusiona el terror con una técnica de animación artesanal y evocadora.

Una crítica elogiosa en 2020

En mayo de 2020, el crítico Glenn Kenny escribió una reseña entusiasta sobre la película, describiéndola como “una asombrosa nueva película animada chilena”. Su análisis incluía una pregunta intrigante: “¿Alguna vez te preguntaste cómo sería ser uno de los tres cerditos del famoso cuento infantil?”. Con esta comparación, Kenny advertía al espectador sobre la inquietante experiencia que ofrece la cinta.

Un relato terrorífico con raíces históricas

La película inicia con una introducción metafílmica sobre “La Colonia”, una referencia a la siniestra Colonia Dignidad. La historia sigue a María, una joven que huye y encuentra refugio en una casa en el bosque, donde convive con dos cerditos que se convierten en sus hijos adoptivos. Sin embargo, la amenaza constante de un lobo transforma su aparente refugio en una pesadilla angustiante.

Lo que distingue a La Casa Lobo es su innovadora técnica de animación. Utilizando dibujo y stop-motion, la película se desarrolla en una estructura de plano continuo en la que los escenarios cambian de manera fluida y orgánica. The New York Times destaca cómo “los fondos están siempre en movimiento; un baño se transforma en un dormitorio no por el desplazamiento de la cámara, sino por la metamorfosis constante de los fondos pintados a mano”. Además, los personajes se descomponen y reconstruyen de forma perturbadora, generando una atmósfera claustrofóbica y grotesca.

Una obra minuciosa con una voz única

La animación de La Casa Lobo fue realizada completamente por León y Cociña, en un proceso artesanal que, según The New York Times, pudo haber llevado a la locura a sus creadores, aunque “no se puede establecer con certeza que no lo estuvieran”. Su estilo ha sido comparado con el de maestros de la animación experimental como Jan Svankmajer y los hermanos Quay, aunque el diario recalca que los directores chilenos tienen “una perspectiva y una voz completamente nueva”.

Con una duración de 75 minutos, el filme logra impactar al espectador con una narrativa y una estética visual inigualables. La Casa Lobo no solo expande los límites del cine de terror, sino que también reafirma a Chile como un referente en la cinematografía de animación experimental y de género.

Un reconocimiento merecido

La inclusión de La Casa Lobo en la lista de The New York Times consolida su estatus como una de las películas de terror más innovadoras de los últimos años. Su estilo perturbador, su trasfondo histórico y su maestría técnica la convierten en una experiencia cinematográfica única, que sigue cautivando y desconcertando a espectadores en todo el mundo.